SUIZA.- La FIFA envió el jueves la Copa del Mundo a nuevos horizontes, al otorgarle a Rusia la sede del torneo de 2018 y a Qatar la del 2022.
La selección de Rusia se produjo a pesar de la ausencia del primer ministro Vladimir Putin, aunque su influencia tuvo un impacto en los 22 votantes del comité ejecutivo de la FIFA que lo eligieron por encima de Inglaterra, España-Portugal y Holanda-Bélgica.
Qatar será el país más pequeño que organiza un Mundial, y el primero del Medio Oriente, pero cuenta con un poder económico inigualable. Su candidatura superó las preocupaciones por el calor del desierto.
Estados Unidos y Australia eran los favoritos junto con Qatar. Corea del Sur y Japón también perdieron en la votación.
"Nos vamos a territorios nuevos", comentó el presidente de la FIFA, Joseph Blatter.

ESPAÑA: “Nosotros lo ganamos, otros lo organizan”
A pesar de que los rumores lo habían adelantado horas antes de hacerlo oficial, la elección de Rusia y Qatar como organizadoras de los Mundiales de 2018 y 2022 esconden muchas más incógnitas de las que, a priori, podríamos imaginar. Hay dudas sobre su capacidad organizativa...
Rusia ha sido, como apuntaban todas las apuestas, la elegida por la FIFA para organizar el Mundial de 2018, al que también aspiraba la candidatura Ibérica de España y Portugal. La elección del país de Europa del Este se ganó a los votantes gracias, en parte, a la cuestión de que esa parte del globo jamás ha organizado ningún gran evento futbolístico.
Sin embargo, las condiciones en las que podría organizarse un Mundial en Rusia de aquí a ocho años está todavía más que en entredicho. Aunque requerirá menor inversión a priori que España e Inglaterra, sólo tiene construidos tres de los 16 estadios que ha propuesto a la FIFA. Eso sí, son el 6º país del mundo con mayor poder adquisitivo y la mayor potencia energética del planeta.
En cuanto a fútbol, poca cosa hay que decir: uno de sus mayores logros fue llegar a las semifinales de la Eurocopa 2008 que ganó España (donde fueron vapuleados metafóricamente por la selección de Luis Aragonés), y su mayor estrella actual es Andrei Arshavin, jugador suplente del Arsenal que roza la treintena.

Mundial artificial en Qatar
Después de sacar el sobre de Rusia, Joseph Blatter descubrió al mundo que sería Qatar quien albergará el Mundial posterior, que se celebrará en 2022. Si sorprendente ha sido la elección de Rusia para 2018, no menos ha sido la aparición del país asiático, cuya población ni tan siquiera llega al millón de personas.
Qatar, cuyo máximo logro futbolístico ha sido llegar a cuartos de final de la Copa Asiática en 2000, no tiene ningún jugador profesional jugando en Europa, y en sus calles puede llegarse a alcanzar los 50ºC en la época en la que se celebrará el Mundial. Para ello, han prometido incorporar un sistema artificial de acondicionamiento a los estadios (tiene 9 de 12 sin construir).
Eso sí, Qatar es el país del mundo con mayor poder adquisitivo, y aunque la organización de su Mundial será la segunda más cara respecto al resto de países que competían con ella, ha cautivado a toda la delegación de la FIFA con promesas de estadios, hoteles y desplazamientos fáciles y directos entre las sedes.
Lo que queda por averiguar es cómo Qatar será capaz, durante un mes, de mantener en sus calles y sus hoteles a una masa de aficionados que caudruplicará, como mínimo, a su población: a Sudáfrica acudieron más de 3 millones de personas.
Mientras España también lo gane, todo en orden.

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