Futbolista casi se muere en España


ESPAÑA.- El fútbol español se paralizó durante unos minutos, los que Miguel García, jugador del Salamanca, permaneció inconsciente sobre el terreno de juego. Los jugadores del equipo salmantino lloraban desconsolados y el estadio enmudeció. Sólo la rápida intervención de los médicos salvó su vida.
El jugador del Salamanca fue reanimado con la ayuda de un desfibrilador y salió del campo en camilla: era inevitable recordar episodios similares como el de Antonio Puerta o Miklos Feher.
Después de ser estabilizado, García fue trasladado en ambulancia al Hospital Clínico de Salamanca, donde, tras los primeros exámenes médicos se le trasladó a la Unidad de Cuidados Intensivos como medida de precaución para realizarle nuevos estudios coronarios.
El partido entre Betis y Salamanca finalizó con un 0-3 a favor de los sevillanos. Antes de retirarse a los vestuarios, los médicos de ambos equipos simbolizaron un final feliz con un abrazo que provocó un aplauso cerrado de toda la grada.
La Sociedad Española de Cardiología presentó hace apenas una semana la puesta en marcha de un estudio pionero sobre la muerte súbita en los deportistas menores de 35 años, con el objetivo de adquirir un mayor conocimiento sobre esta patología y tener más instrumentos para combatirla.
Entre otros datos ofrecidos, se arrojó que 40.000 casos de muerte súbita que se producen anualmente en España, sólo entre 40 y 50 se producen en jóvenes deportistas. Pérez Villacastín, presidente de la sección de electrofisiología y arritmias de la SEC, explicó que de los siete millones de personas con ese perfil en España, se produce un episodio de muerte súbita por cada 300.000. Nada despreciable si tenemos en cuenta que esta afección, en adultos, mata más que el sida y el cáncer.
Desde el fallecimiento del camerunés Marc-Vivien Foé en la Copa Confederaciones de 2003, tanto el espectro mediático como los clubes han tomado nota de lo importante que es seguir la evolución cardíaca de unos profesionales cada vez más expuestos a presiones y calendarios cargados que pueden repercutir en su salud.
Los casos de Foé, Féher (fallecido en 2004 por una tromboembolia pulmonar en pleno partido) o, más recientemente, Antonio Puerta (en 2007), se contraponen a otros más positivos en los que sus protagonistas han podido seguir practicando fútbol sin problema.

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