El público vibró con los primeros tantos, vitoreando a los locales; para luego volverse rutina, a tal punto que se diría, que desde las tribunas, se esperaba el del honor, que no llegó, porque el Santa Rosa se paró con tanta firmeza, y determinación; que armaron una muralla en la retaguardia y crearon un ciclón demoledor con su delantera. Lo pobres “paisas” no atinaron a nada; sólo por momento inquietaron la valla local, pero fueron tan débiles y previsibles que eran fácilmente controlados por la impecable y férrea marca impuesta por los defensores santarrosinos.
Francamente los visitantes dieron lástima; si bien el clima fue uno de sus peores enemigos, al margen de esta situación, no hicieron nada por salir del atolladero y tormentoso drama que atravesaban; mientras tanto el Santa Rosa se convertía en un vendaval y en una máquina de hacer goles, los mismos que fueron cayendo uno tras otro, ante la pasividad e inercia de sus oponentes que, paradójicamente, no opusieron ninguna oposición y dieron todas las facilidades para que el equipo moralino consiga uno de los tanteadores más abultados en la historia, en esta fase de la Copa Perú.
Así, muy mentalizados y con la moral por los cielos el Santa Rosa debe afrontar su próximo compromiso como visitante, del que sólo precisará de un empate para clasificar a la próxima instancia del presente evento copero.
Los goles del equipo vencedor lo marcaron Ronald “Bolo” Celiz en 5 oportunidades, Agüero en 3 ocasiones y Erick Arévalo con Rommel Vásquez en una oportunidad cada uno.
FOTO: Los santarrosinos fueron inmensamente superiores al San Cayetano (cortesía revista Gol de Oro).
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