ARGENTINA.- Paraguay se ha clasificado para las semifinales de la Copa América tras resolver en la tanda de los penales (2-0), donde Brasil no encajó ninguno. Justo Villar fue el gran protagonista en los tiros de los 12 pasos.
Paraguay volvió a achicar a Brasil, que si bien mostró más picardía que en el partido de la primera fase que enfrentó a ambos, estuvo excesivamente inocente en el tiro a puerta o se topó con el portero Justo Villar, que firmó una actuación inspiradísima, sobresaliente, para el recuerdo.
La primera parte fue lenta, pesada, con escasas oportunidades. Brasil llevó la dirección del juego pero al igual que en partidos anteriores, carecía de la verticalidad y la velocidad necesarias para finalizar de forma convincente.
La rapidez de Neymar fue el único camino que encontró Brasil para generar incertidumbre, puesto que hoy careció de profundidad por las bandas por el buen control que ejercían los paraguayos sobre Maicon y André Santos.
Paraguay, fiel a su tradición, se desempeñó a fondo en los marcajes en corto en el centro de la cancha a la vez que exploraba los centros largos hacia Lucas Barrios y Haedo Valdez, aunque sin éxito.
En la prórroga los nervios se sobrepusieron al fútbol y relucieron en una pelea generalizada por la que vieron la tarjeta roja Antolín Alcaraz y Lucas Leiva.
Brasil puso más empeño que Paraguay en evitar los penaltis, pero fueron los guaraníes los que pusieron en vilo el partido en una ocasión agónica de Valdez.
Desde los once metros, Elano y Barreto fallaron los primeros lanzamientos. Villar paró el tiro de Thiago Silva. André Santos y Fred también mandaron el balón fuera.
Paraguay volvió a achicar a Brasil, que si bien mostró más picardía que en el partido de la primera fase que enfrentó a ambos, estuvo excesivamente inocente en el tiro a puerta o se topó con el portero Justo Villar, que firmó una actuación inspiradísima, sobresaliente, para el recuerdo.
La primera parte fue lenta, pesada, con escasas oportunidades. Brasil llevó la dirección del juego pero al igual que en partidos anteriores, carecía de la verticalidad y la velocidad necesarias para finalizar de forma convincente.
La rapidez de Neymar fue el único camino que encontró Brasil para generar incertidumbre, puesto que hoy careció de profundidad por las bandas por el buen control que ejercían los paraguayos sobre Maicon y André Santos.
Paraguay, fiel a su tradición, se desempeñó a fondo en los marcajes en corto en el centro de la cancha a la vez que exploraba los centros largos hacia Lucas Barrios y Haedo Valdez, aunque sin éxito.
En la prórroga los nervios se sobrepusieron al fútbol y relucieron en una pelea generalizada por la que vieron la tarjeta roja Antolín Alcaraz y Lucas Leiva.
Brasil puso más empeño que Paraguay en evitar los penaltis, pero fueron los guaraníes los que pusieron en vilo el partido en una ocasión agónica de Valdez.
Desde los once metros, Elano y Barreto fallaron los primeros lanzamientos. Villar paró el tiro de Thiago Silva. André Santos y Fred también mandaron el balón fuera.
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